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Con River no se jugó mal, se jugó sin dirección. Gimnasia nuevamente no pudo desarrollar fútbol asociado, no realizó tres pases seguidos, y quiso con garra – que puso mucha – suplir lo conducción técnica de la que carece.

Faltó conexión en la cancha entre muchos jugadores. A quién pasársela no sabían, las quites de Rinaudo no surtían mas que un efecto limitado en un equipo que se encontraba sin dirección en el campo de juego.

Alemán jugó de Alemán,  perdió varias pelotas, algunas por mal juego personal, pero la mayoría por no estar integrado en un equipo que no sabía si correr, parar, marcar o avanzar.

Arias: algo pasa con el arquero. En el tercer gol de River, se vio claro como la defensa no confiaba en el arquero, por lo que dos jugadores salieron a cortar al volante dejando solo frente al arco a quien iba a rematar. En el cabezazo en el travesaño, el arquero solamente miró la pelota. Algo pasa con Arias, no sabemos qué.